Ainssss. Qué de semanas sin poder participar
en la RUMS… Y sin bloguear… Y sin coser. SNIF.
Han sido unos meses largos porque la vorágine
de la vida offline me ha absorbido por completo en otro proyecto que se ha
llevado toda mi energía, mi tiempo y mi espacio. Como os conté antes de
desaparecer, teníamos en marcha la reforma de nuestra casa, y aunque ha sido
algo positivo, con grandes cambios para poder estar ahora mejor instalados y
con una mejor distribución, mejores condiciones… Ha supuesto una gran carga
para mí, que lo he tenido que afrontar muy sola (mi chico viaja mucho), con un
pequeñajo de dos años y medio, compaginado con el trabajo fuera de casa y… ¡Con
un nuevo embarazo!
Así estaba mi casa hace nada...
Poco a poco fue tomando forma:
Y así se vio, al final, la cocina:
La mayor dificultad para seguir con la
actividad bloguera ha sido algo tan tonto como no tener wifi ni ordenador. Eso
era un hándicap molesto. Después… la falta de tiempo y, sobre todo, al final,
la falta de capacidad para coser, al vivir con todo metido en cajas, el ‘equipo’
repartido entre un apartamento de alquiler donde hemos estado alojados durante
a obra y la casa de mi padre donde fui llevando las cosas más delicadas.
¡Cómo cambia el no tener un lugar propio para
coser ni tus cosas a mano! Al comienzo de la reforma, intentaba coser algo.
Tenía que montarlo todo cada vez… solo, a veces, para hacer un pespunte porque
el pequeño me reclamaba y se terminaba ese fugaz ‘ratito’ para mí. No es lo
mismo tener todo dispuesto en tu escritorio y así poder ir sumando ‘ratito’ a
‘ratito’, aunque sean paréntesis de 10 minutos. Cuando de esos 10 minutos 7 se
te van sacando las máquinas… No cunde nada.
Aquí mi 'rinconcito' a medio ordenar... Lleno de cajas
Luego ya, una vez instalados de regreso en el
hogar, he cosido menos aún porque toda la casa es un campo de cajas. Todas
nuestras cosas empaquetadas, las habitaciones llenas de bultos que no dejan
moverse… Vamos desempaquetando poco a poco y hasta ayer mismo no pude sacar mi
máquina, mi remalladora y ver que mi rinconcito va tomando forma aunque aún hay
más cajas que espacio. Pero verlo ya todo fuera me ha dado energía para ponerme
de nuevo con las telas y proyectos.
Tenía aparcado lo último que hice antes de
desaparecer de la costura: un pantalón cómodo para estar en casa, gracias al
estupendo patrón JUNHO (gracias al estupendo patrón de Naii) , con algunas adaptaciones y aprovechando el bordado de la propia tela. Ya entonces
estaba empezando a notarse la barriguita muy leve, asi que me anticipé
poniéndole una cintura amplia con tela de puño y como me había pasado adaptando
la parte de las caderas, le hice dos añadidos que le daban más elasticidad.
Gracias a este pantalón superé esas primeras semanas de sentirme más ‘ancha’ aunque aún sin ser evidente para los de fuera, así que una prenda cómoda como esta ha sido una estupenda costura.
La pega es que la tela hace muchas
‘pelotillas’ y me da mucha rabia porque voy a tener que buscar alguna solución
o dejar de usarlo. Y es un pantalón que aún me podría dar mucho juego.
Bueno, espero ahora ponerme al día poco a
poco.
Ayer me entraba algo de pena porque al sacar
mis cosas de las cajas había algunos proyectos a medias que ya no tendrán
demasiada utilidad (empecé a coser unos pantalones muy elaborados para mi niño,
con forro, muchos bolsillos… y el
tiempo que ha pasado sin terminarlos me parece que ha hecho que el enano crezca
y ya le van a estar pequeños). Pero
algunos tengo que rematarlos casi con urgencia (un pantalón de pijama
para mí, por ejemplo, que me da rabia comprar porque tengo unos a medio
terminar).
Espero encontrarme con toda la creatividad que
derrocháis cada semana en la RUMS. ¡¡Qué alegría estar de vuelta!