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domingo, 3 de febrero de 2013

Tejiendo en la red

 

 
 

Ha sido un itinerario muy particular: de cómo he recuperado el placer (ahora ya todo un vicio) por las labores, junto a mi insustituible iPad y las ventanas enormes que me ha abierto a blogs, tejedoras, expertas, patrones, Raverly, quedadas, lecciones, libros, tutoriales y tiendas de lana online.

 

Siempre me gustó tejer y hacer crochet. Lo segundo lo aprendí gracias a mi abuela a la que perseguí por su apartamento de Torrevieja hace ya más de más 20 años, con mi ganchillo en ristre, para aprender esa técnica que ella dominaba. Luego fui perfeccionando y aprendiendo cosas nuevas con un curso por fascículos que mi padre me regaló. Tejer fue algo menos completo: mi madre me enseñó la base pero ella aprendía guiada por una amiga. Me quedé, por tanto. con muchas lagunas que nadie rellenó jamás. Pasé años y años tejiendo cosas lisas... bufandas y prendas irregulares, sin medida ni patrón. Improvisando. Tirando muchas cosas a la basura.

 

Hace 6 meses nació Pichuco y no supe tejerle nada para recibirle como se merecía. Una vez aqui, le tejí una pequeña mantita de verano para su cochecito y se abrió la ventana que llevaba tiempo cerrada. Me empecé a fijar en proyectos, jerseys para niños... empecé a navegar por internet y desempolvé mis agujas. Incluso me atreví a consultar por algunos cursos para aprovechar mi baja de maternidad y acudir a clases, pero al final no me atreví. El único intento que hice no salió muy bien y las ganas de aprender crecieron.

 

Mi bebé solo quiere estar en brazos (y su madre encuentra que esto es una situación que cambiará pronto, así que por ahora lo disfrutamos). Eso me deja bastante tiempo limitada... sentada en mi sillón mientras leo o veo la tv. Mis manos se vuelven locas. Soy un pelín hiperactiva. Así que en estos momentos de siestas pichucales he retomado el crochet y he empezado a hacer botitas (gracias a 'tejiendoperu'), una nueva manta formada por preciosos granny squares (gracias a 'purl bee'), un jerseicito sencillo (tengo las lanas preparadas pero aún no he iniciado el despegue), varios cuellos con agujas circulares y un zen cardigan que me está costando más porque para tejer con las agujas normales necesito un poquito más de logística (tener a Pichuco en su portabebés).

 

Internet me ha abierto la puerta de muchos recursos sin los cuales no habría avanzado tanto. Las webs didacticas me han ayudado a aprender las cosas que necesitaba. Otras webs de aficionadas me han dado ideas y me han ayudado a descubrir Raverly y a descifrar los patrones. Aún así sigo siendo una tejedora muy anárquica y sigo experimentando sobre la marcha.

 

Se me acumulan los proyectos y las lanas. Ya he empezado a picar aquí y allá.... Ya tejo pensando en lo siguiente.

 

Ahora con el blog tendré ocasión de aportar algo a la red, de la que tanto he recibido. Me falta la experiencia de tejer en grupo (con Pichuco a cuestas no me resulta fácil acudir a una reunión de tejedoras, aunque sigo alguna por internet), así que de este modo creo que me acerco lo máximo posible a otras/os aficionadas/os a las labores.

 

Con mis agujas, muchas ganas de compartir y muchos proyectos en la cabeza, os presento mi pequeño desván desordenado y lleno de lanas.

 

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